Hace exactamente un año, viajé a Quito en busca de lo que sería la primera oficina de Wayru. Después de considerar varios lugares, nos decidimos por uno que era perfecto para nuestras necesidades. Así, lo que al principio solo era una oficina, se convirtió en la Casa Wayru: una combinación entre co-work, nodo de internet y lo mas importante, nuestro primer hogar.
Aunque abrir una oficina pueda parecer un paso menor, para Wayru, que inició sus operaciones en medio de una pandemia, este espacio físico ofreció un punto de encuentro vital para el equipo. A pesar de ser una startup primordialmente remota, tener un lugar físico al que recurrir representó un sentido de permanencia y comunidad.
La idea
Todo se originó con una visión de Charvel. Inspirado por su experiencia en telecomunicaciones, visualizó una red de Internet descentralizada, fusionándola con las ventajas de la tecnología blockchain. Tras redactar el primer White Paper, Charvel compartió su propuesta con varias personas, incluyéndome a mí. Contribuí con mis comentarios y perspectivas para fortalecer el concepto, lo que llevó a que me invitara a integrar el equipo. Aunque al principio tenía reservas por mi limitado conocimiento en blockchain, rápidamente percibí el inmenso potencial de Wayru.
Tras ser aceptados en una aceleradora, el proyecto tomó impulso. Charvel y yo trabajamos incansablemente, mejorando aspectos y ajustando nuestra propuesta. El feedback de posibles usuarios nos dieron una visión más clara de hacia dónde dirigirnos. Y así, paso a paso, con el apoyo financiero y técnico de aliados y aceleradoras, Wayru fue creciendo.
El equipo se amplió con la incorporación de Edward y más tarde con Diego, cuyo aporte en desarrollo ha sido invaluable. Con cuatro miembros trabajando a distancia, comenzamos a construir la primera versión de Wayru.
Captar fondos para crecer más rápido es un desafío significativo, lo que nos llevó a entender la importancia de ir más allá de nuestros límites geográficos. Nuestra travesía a Estados Unidos nos ofreció nuevas oportunidades inalcanzables de otro modo. Es relevante mencionar que Wayru tiene raíces firmes en un equipo completamente latinoamericano.
Levantar capital nos permitió incorporar a personas extraordinarias a nuestro equipo: Laura, Alejandro, Jael, Katy y David. Sin su contribución, no estaríamos donde estamos hoy.
La primera red
El lanzamiento del MVP fue un hito clave. Con recursos y un equipo consolidado, establecimos nuestra primera red comunitaria en Monte Sinaí, Guayaquil, impactando directamente a una comunidad en necesidad. Esta red simboliza el corazón de Wayru: llevar Internet gratuito a quienes más lo requieren.
El MVP también nos proporcionó valiosos aprendizajes. Descubrimos maneras de mejorar la interacción con nuestros usuarios. Como respuesta a estas necesidades, nació Wayru WiFi.
Wayru WiFi es una aplicación móvil que te permite descubrir, conectarte y compartir redes WiFi gratuitas alrededor del mundo. Pero, más allá de ser una simple herramienta, Wayru WiFi es un movimiento. Nuestro objetivo es democratizar el acceso a Internet, y para ello, confiamos en la colaboración y aportes de nuestra comunidad global.
Así que, mientras conmemoramos el primer aniversario en nuestra Casa Wayru, que no es solo un reflejo de un espacio físico que nos ha albergado, sino también el inicio de una revolución digital. Nos enorgullece anunciar el lanzamiento de nuestra aplicación, que ya cuenta con millones de redes WiFi gratuitas alrededor del mundo. Todo esto, gracias a una comunidad increíblemente comprometida que, al igual que nosotros, cree firmemente en un mundo más justo e inclusivo.
¡Juntos, seguimos construyendo puentes de conectividad para todos!
¿Todavía no eres parte de esta revolución? ¡Descarga Wayru WiFi hoy y únete a nuestro movimiento para un mundo más conectado!